Segun los marroquíes, las mujeres tienen más derechos que los hombres según su religión, en la teoría es verdad, ya que el Corán en primer lugar se dirige a todos los seres humano sin discriminación de raza, color o sexo.
La mujer en el Corán tiene derechos civiles: libertad de culto, derecho a elegir a su futuro marido (nadie puede obligarla a casarse con alguien que ella no quiere), derecho a divorciarse si el marido la maltrata, derecho a mantener su apellido paterna. Pero en la práctica todomás es mucho más complicado, la mujer apenas tiene derechos, y desde muy pequeñas son sus propios padres quienes deciden con quien se casarán. Cuando llega el momento de casarse, la mujer desaparece, no tiene ni voz ni voto, a partir de ese momento, ella estará bajo el "mandato" de su marido, el cual puede estar con otras mujeres, incluso casarse con ellas si lo desea.
La mujer árabe vive para criar a sus hijos, cocinar, hacer las tareas de la casa, etc; a todo esto se le suma la pobreza de dichos países. Además la mujer no puede salir de casa sin el permiso de su marido, y si este le autoriza podrá salir, siempre y cuando tenga la cara tapada con el velo.
Viven en una sociedad machista, en la que nadie hace nada para cambiar esta situación, en la que pocas mujeres estudian y tienen un trabajo digno.
Otra curiosidad surge cuando hablamos de las relaciones extramatrimoniales, si lo hace un hombre árabe, este está en todo su derecho, pero si lo hace una mujer esta puede ser condenada a la muerte si el marido y su familia lo desean; mueren a base de pedradas, una muerte cruel y dura. Este acto suele ser presenciado por varios habitantes, incluso mujeres lanzan pedradas y ayudan a matar a las mujeres infieles.
Hola, me ha gustado, hace poco he leído la novela " Mil Soles esplendidos" de Khaled Hosseini y me ha impresionado y movido tantas cosas en mi interior que me siento unida, ligada con un lazo invisible pero tan lleno de calor y energía interior, que su lucha será mi lucha aunque dudo tenga la misma fuerza y su mismo espíritu inquebrantable, como la mujer Árabe tiene. Gracias Silvia un abrazo
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